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domingo, 7 de noviembre de 2010

El Teatro Minack



     Rowena Cade vivió en Cornualles, Inglaterra, en el siglo XX. Se puede decir que fue una persona que trabajó duro para cumplir su sueño, construir un teatro. 
     El Minack (foto superior) es ese teatro. Es el resultado de muchos años de trabajo que se vio interrumpido varias veces por la dos Guerras Mundiales. Rowena no tenía muchos recursos económicos, pero eso no supuso un obstáculo para ella y, con la ayuda de su jardinero, Billy Rawlings, consiguió realizar con sus propias manos este espectacular teatro al aire libre.
     La primera vez que fui, sin conocer la historia de su creadora, ya me sorprendió por el impresionante contraste  entre el salvaje mar y apacible teatro, con sus flores y sus asientos de piedra. Parecen dos realidades independientes, pero el teatro no tendría el mismo sentido en ningún otro lugar. La construcción forma parte del paisaje, ¡es el paisaje! No se sabe si son el teatro y los acantilados los que invaden el espacio del mar o al revés.  Cuando miras hacia el mar desde la zona del escenario, ¡casi dan saltar! Aunque imagino que la sensación será muy distinta en los días de mar revuelta... 
     Sé que actualmente aún se representan obras (aunque  es solo durante los meses de verano) y algún día me gustaría ir a ver alguna. Me han dicho que es un espectáculo muy entretenido.




     Espero que lo visitéis si tenéis ocasión, porque realmente merece la pena.
     Esta entrada guarda cierta relación con la que publicó Dalayn el otro día, por lo menos en lo que respecta a la relación entre la naturaleza y lo construido por el hombre. En este caso no cabe ninguna duda de que están en armonía.

Hazel*



3 comentarios:

  1. La historia es preciosa. He estado mirando en Internet algo más. Siempre me han admirado las personas que no temen perseguir un sueño hasta lograrlo. Admirable, como el lugar.

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  2. Creo que todo tiene su lugar en el espacio, y ahora me siento un poco más cerca de esa afirmación: el teatro, la señora en la carretilla demostrando su peculiar personalidad y este tipo de reflexiones que enriquecen y aportan algo más que datos a aquellos que las leemos.

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  3. A mí me suena la historia de haberla escuchado antes, y de haber visto el teatro en fotos también (dèjavu :P). La verdad tiene que ser precioso ver una obra ahí, no parece un teatro hecho a posta, sino creado por la misma roca.

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