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miércoles, 29 de diciembre de 2010

MUSAC



       MUSAC_Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León
       Este es un edificio de los arquitectos Tuñón y Mansilla. En el año 1995 ganaron el concurso que propusieron la Junta y el Ayuntamiento de León con este proyecto que ganaría el premio de arquitectura Mies Van der Rohe en el año 2007. Los cristales de colores que constituyen su fachada exterior son un guiño a las vidrieras de colores de la catedral. En planta, su esquema se basa en los antiguos mosaicos romanos, un tejido de cuadrados y rombos.



       Las salas de exposiciones están encadenadas, lo que permite realizar exposiciones de distintos tamaños y características; cada sala de forma quebrada constituye un espacio continuo, pero diferenciado espacialmente, que se abre a las otras salas, y patios, propiciando visiones longitudinales, transversales y diagonales. Entre esa red de módulos que se repiten se abren algunos patios que proporcionan luz natural al interior del museo.



       Los espacios del interior del museo se pueden modificar según los requisitos de la exposición levantando tabiques divisorios, impidiendo el paso de la luz natural o incluyendo algún otro tipo de estructura o elemento que el artista precise. En esta exposición en concreto, una de las salas más grandes de exposición fue compartimentada para separar las obras de distintos autores.

       

       La iluminación artificial esta semi-oculta entre la estructura del techo, lo que crea una iluminación muy uniforme y continua en todas las salas. Además hay algunos focos puntuales que iluminan la parte central.

       Exposiciones actuales
       Voy a hacer un breve comentario de algunas de las obras que más me impresionaron.



       Nada más entrar en las salas de exposición, esto es con lo que nos encontramos: unas finas líneas metálicas que sugieren el esqueleto de un Volkswagen escarabajo, uno de los coches más famosos de todos los tiempos. Estas piezas, que se encuentran suspendidas en el aire, constituyen lo esencial del coche, aquello que nos permite identificarlo al primer golpe de vista. No son las piezas importantes del coche, pues estas serías probablemente el motor, las ruedas, el volante… Son los elementos característicos que lo diferencian de los demás coches. Esta obra pertenece a la exposición Modelos para armar.




       Otra parte de la exposición, que recibe el nombre de Apuntes sobre la emancipación, sugiere la idea de que hoy en día no es posible la emancipación completa, que salimos de un sitio para entrar en otro. Para transmitirnos esta idea, los autores crean un juego de palabras y símbolos: en las puertas de entrada y salida de las salas del museo hay letreros que ponen entrada y salida o, en el caso de la puerta de la biblioteca, en trance, por el estado de concentración en el que nos sumimos en su interior. Además, el museo está lleno de dibujos de monigotes que parecen desconcertados o perdidos: unos corren, otros chocan entre sí, otros juegan al futbol… Todo el museo es una exposición.



       Esta obra se titula Como la Tierra quiere parecerse al cielo; representa una ciudad por la noche vista desde el cielo. A esta distancia las luces parecen estrellas.



       Por último quiero destacar los dibujos en papel de Nicolas Paris, del que me gustó su empleo de la geometría. Los dibujos que aparecían expuestos estaban trazados sobre una cuadrícula a la que se ajustan, pero no son simples líneas sobre el papel, algunos de ellos, como el de la imagen superior, se recortan y aparecen después en otro lugar del panel, dando la sensación de tridimensionalidad. Uno de los A4 es una simple hoja a la que al colocarle un asa ha hecho pasar por bolsa, nos da la sensación de que tiene un volumen. Esto es para mí lo más interesante de su presentación, ese cambio en la percepción que se produce cuando introducimos una pequeña alteración.
       En la exposición había una gran cantidad de obras interesantes que invitaban a la reflexión, pero sería muy difícil resumir todo eso en unas pocas líneas. Pretendemos comprender toda una exposición en un par de horas en el museo, pero es imposible. No podemos entender todo lo que estas obras podrían decirnos sin dedicarles el debido tiempo.

Hazel*

lunes, 27 de diciembre de 2010

Uniendo puntos


En octubre tuve la oportunidad de asistir a la exposición de diseño titulada “Uniendo puntos” que tenía lugar en el Centro Cultural La Nau de la Universidad de Valencia. En dicha exposición se mostraban una serie de objetos tanto de diseñadores españoles como latinoamericanos y estaba concebida para acercar posiciones en cuanto al diseño entre ambos; ya que de la misma manera que compartimos una misma lengua, costumbres y tradiciones, se puede poner en común los proyectos de diseño que tanto unos como otros confeccionan.
La exposición estaba protagonizada por colectivos de diseñadores consolidados internacionalmente, así como de los emergentes de una y de otra parte del Atlántico. Por este motivo, incluía obras de tres colectivos de diseñadores: Surtido de España, Nel de Méjico y Touch de Brasil. Todos ellos pretendían el desarrollo, la producción y promoción de productos de diseño con carácter social y sostenible que mejoren nuestras vidas.

Por este motivo de intentar incorporar responsabilidad medioambiental en sus proyectos, sus obras están realizadas con materiales reciclados y reutilizados como por ejemplo hueveras, cerámica con pigmentos naturales, cartón reciclado, desechos de plásticos procedentes de electrodomésticos, bambú, aluminio anodizado reciclado y muchos más.
En ella se podían contemplar alrededor de 50 trabajos de todos ellos.
He de reconocer que me llevé un buen sabor de boca una vez concluida mi visita a la exposición, y para mi sorpresa fui la única que se encontraba en la sala disfrutando de ella. No había nadie más. Ni siquiera un guarda de seguridad. Así que no había nada ni nadie que me pudiera distraer ni incomodar. A ese ambiente silencioso hay que añadir que la estancia era pequeña y muy acogedora, y nada más entrar en ella, una sensación medioambiental se te colaba en tu interior. Esto lo causaba una serie de detalles como: el olor a cartón que te invadía por todo el cuerpo, el color parecido a la madera del suelo, el color de las paredes que era blanco, y la luz tenue procedente de unos focos móviles situados en el techo y que le daban el aire cálido a la sala. Dichos focos estaban orientados hacia las zonas donde se encontraban los proyectos de diseño y hacia la zona de tránsito, pero siempre ganando protagonismo las obras. El ambiente que se respiraba era gris, ayudado por los claroscuros de la que era responsable la luz y recordando nuevamente a los materiales reciclados.


La sala estaba dividida en dos zonas separadas por una serie de arcos pero dicha distinción no tenía un sentido concreto. Los objetos estaban distribuidos por toda la sala ocupando todo el espacio, de ahí que no existiera un pasillo definido para el tránsito de los espectadores sino que era preciso ir esquivando las distintas obras. Además el visitante podía participar activamente en la exposición agachándose, girando la cabeza, acercándose, rodeando el objeto, etc. Lo más curioso fue el modo en que se exponían los diferentes proyectos ya que estaban colocados, en su mayoría, sobre unos carretes vacíos de hilo de acero a modo de mesa o tablero y que se emplean en la industria. También las cartelas eran muy originales pues estaban pegadas sobre dichos carretes y se apoyaban de formas diversas y siguiendo patrones diferentes. Informaban a cerca del título, quien era su autor, el país de procedencia y el material con el que estaba realizado.

Si tuviera que calificar la exposición diría que era MUY ORIGINAL. Incluso aportaba  ideas muy buenas que pueden resolver hasta la falta de espacio en una habitación. No resultaba una exposición descabellada ni vulgar, sino encantadora e incluso hubo momentos que no pude evitar escapar una risita. Te sentías un poco como un niño ante una bolsa repleta de chucherías y caramelos. Embelesada, fascinada, sorprendida son algunos de los adjetivos que me invadieron en ese momento. No sabría decir una obra en concreto que me gustase más ya que ninguna tenía desperdicio alguno. Sin embargo destacaré unas pocas:
- La lámpara realizada mediante hueveras 100% biodegradables realizada por Eugenio Menjívar y titulada CH07 LIGHTING. En la foto pierde mucho encanto y parece unos simples cartones pintados de rojo. Pero en directo era mucho más que eso, parecía impresionante. No obstante, lo más gracioso de todo esto es que a alguien se le ocurra tales ideas y que éstas resulten interesantes.

- Las mesas OLDHAMII que estaban fabricadas utilizando bambú cultivado por la cooperativa Tosepan en la comunidad de Cuetzalan. La superficie de la mesa estaba realizada por medio de pequeñas piezas en un arreglo hexagonal donde cada una era una sección de la circunferencia exterior del bambú. Expresaban tanto carácter artesanal e infundían tanto trabajo de elaboración que me maravillaron.

Tampoco se quedan atrás otros diseños curiosos como el supuesto CAZARRATONES de Marc Morro que consiste en una pegatina a modo de agujero que hace creer al ratón que hay una puerta donde no la hay y ZAS, choca contra la pared. O el bolsillo de pared titulado WALLPOCKET y realizado por Iván Expósito que pretende ser una solución para los objetos que no sabes dónde meter.

Por último destacaré el árbol más gracioso y eterno que he encontrado, y que no tiene problemas de luz, agua o tierra. Se trata de AUTUMN, el árbol realizado por Odosdesign que puedes plantar en la pared y hacer crecer con tus notas adhesivas. No sólo se trata de una forma de decoración sino que te permite no olvidar esos eventos importantes y las tareas por hacer de la manera más original que puede existir.


La exposición no ha tenido desperdicio alguno y con ella aprendes que la vida puede decorarse y aprovecharse de mil formas diferentes y todas ellas originales, interesantes y útiles, y que las personas estamos para descubrir nuevas formas.

                                                                                                                                             Soñaresgratis

Le Chat Noir



       En el siglo XIX se difunde por Europa una nueva forma de expresión artística que combinaba la publicidad con el arte: el cartelismo. El arte pasaba a cubrir las calles y a difundirse de modo más masivo. Estos carteles debían ser llamativos y eficaces a la hora de promocionar el producto, en este caso un cabaret del siglo XIX, le Chat Noir, en el barrio de Montmartre, París. El cartel es obra de Steinlen, y fue realizado en 1896. Fue tal su trascendencia que hoy en día es una imagen muy conocida y difundida a nivel mundial.
       A pesar de que solo he nombrado un cartel y un autor, hay una gran variedad de diseños y autores, entre los que tal vez resulte más conocido Toulouse-Lautrec, con sus carteles del Moulin Rouge.



Hazel*

Entre dos mundos


“Entre dos mundos” es el título de la exposición que se muestra en el IVAM (Institut Valencià d’Art Modern) cuyo artista es José Bedia (La Habana, Cuba 1959). Las obras están inspiradas en tradiciones afrocubanas que hoy en día están presentes y vivas en su país, y se basa en culturas de origen amerindio como los sioux, yakis, cherokee u originarias de América Latina, Australia u Oceanía. Es decir, que sus cuadros dirigen su mirada hacia culturas y pueblos  no occidentales con orígenes ancestrales. Todo ello invita al observador a una gran reflexión artística.
El objetivo que persigue es que el espectador se enriquezca ayudándole a comprender que hay muchas formas de vida diferentes en este mundo y que de todas ellas se puede aprender a crear seres humanos en plenitud, independientemente del nivel cultural, idioma y raza. Éste ha sido realmente el motivo que me ha llevado a ver esta exposición. África siempre me ha atraído por su encanto, la alegría que desprende su gente siempre bailando al son de los tambores y la música, con ese ritmo que desde muy pequeños ya llevan en la sangre y en la piel, y vestidos con esos trajes llenos de colores vivos en un paisaje árido y monótono que pide a gritos un baño de pinturas. Nunca he viajado a dichos países por el miedo a la higiene y a las enfermedades, a los problemas bélicos, etc, pero tienen una magia y un espíritu de compañerismo y solidaridad en su interior que atraen a cualquiera. Descubrir sus costumbres y creencias, comprender otras formas de vivir es lo que se pretende en esta exposición y que a la vez es lo que te atrae de ella. Para no romper con la idea que persigue el artista, todas las piezas que se exponen tienen como soporte papel hecho a mano, donde todas sus ideas fluyen expresadas mediante carbón, óleo y acrílico, muchas veces aplicadas directamente con las manos.
Por esta razón, el título de la exposición no tiene desperdicio y refleja aquello que persiguen los dibujos de José Bedia: nosotros estamos en nuestro mundo pero gracias a la pintura tenemos la suerte de descubrir otro mundo muy distinto al que estamos acostumbrados.

La exposición tiene lugar en una sala muy pequeña con un techo poco elevado que contribuye a ese ambiente acogedor, rural y sencillo de las culturas afroamericanas. Todas las imágenes son de gran tamaño y están mostradas suspendidas en una pared blanca y colocadas una al lado de la otra siguiendo un orden muy marcado pues, a excepción de una obra, todas están centradas en las pared siguiendo una misma línea o eje longitudinal. El suelo es también claro, aunque no del color de la nieve y su acabado pulido refleja en él las imágenes expuestas como si de un espejo se tratase. Lo más curioso de la sala es la existencia de cuatro columnas cilíndricas y blancas dispuestas formando un cuadrado y situadas en el centro de la sala que obligan al espectador, sin que éste sea consciente de ello, a seguir un determinado recorrido perimetral. Es un acierto el modo en que está iluminada la sala pues ésta, presenta distintos focos orientados hacia las imágenes y, sin embargo, el centro de la sala, en donde se encuentran las columnas, carece de iluminación directa, creando una pequeña zona oscura. Pese a que la sala es muy pequeña, el espacio en el que se puede desplazar el espectador es muy amplio, logrando así observar las obras a una distancia adecuada.

Las imágenes se caracterizan por la simplicidad de las formas que en ellas se muestran, usando como recursos las líneas rectas y las formas geométricas. Otro detalle a destacar de ellas es el predominio de una misma gama de colores: los tonos marrones y anaranjados que recuerdan muy bien al paisaje africano, así como al tono de piel de sus aborígenes y muchos productos que allí se elaboran, como el cacao. Incluso el artista, sin querer perder detalle alguno, traza las palabras con letras distintas en tamaño y agraciadas siguiendo una línea esbelta, igual que las figuras que plasma, evocando perfectamente el tipo atlético, ligero y delgado de la que se caracterizan sus habitantes. Un aspecto a destacar de esta exposición que a mí me ha llamado la atención y supongo que a mucha más gente también, es la rotulación del título de la obra en la misma imagen y con letras bien grandes, sin que pueda haber confusión en su lectura, ocupando un lugar protagonista o importante en la obra. Nunca lo había visto antes y no hay duda de que este detalle contribuye a reflejar la sencillez y eficacia en los mensajes que pretende José Bedia. Ello no significa que no hallan rótulos explicativos de los cuadros ni su título. Al contrario, en cada esquina de la pared se ubican las cartelas blancas de pequeño tamaño con la información acerca del modo en que está realizado, el título, el autor y el año.

Todas las imágenes transmiten una serie de acontecimientos cotidianos de dicha cultura, leyendas y naturaleza propias, que dotan a la exposición de un carácter mágico. Por ello, no es de extrañar la presencia de tres imágenes que son continuación de la otra donde se narra cómo un automóvil de turistas es engullido por una serpiente, mostrando el momento en que el reptil visualiza el vehículo, lo engulle y cómo se realiza su digestión. También es fácil darse cuenta de lo unidos que están dichas culturas con los animales pues todas las pinturas están hechas a base de formas que recuerdan animales como la gacela. Para el artista es muy importante que todo sea sencillo y quede bien entendido por el espectador, de ahí que en la pared de la sala exista un pequeño glosario con las palabras que aparecen en los títulos de las imágenes y explicando ciertas leyendas latentes.
Me resulta difícil escoger una obra en concreto que sea mi preferida, pues realmente me han encantado. Quizá sea la que muestro a continuación (Animal de Sabana) la que más me ha gustado porque resume muy bien toda esa cultura: el color cálido que refleja el paisaje terroso y de temperaturas ardientes del lugar, la simplicidad de las líneas al igual que la simplicidad de la cultura, la importancia de los seres vivos que son muchas veces para ellos como dioses, el color negro típico de su tez y las hojas simples y delgadas de los árboles africanos.


Otra imagen que también me ha cautivado es la que tiene como título Sarabanda. En ella podemos ver a un “npungo” (deidad en lengua kikongo), es semejante a Ogún, dios de la forja en la tradición yoruba. Todos los símbolos que están dibujados en su cuerpo están hechos con un material blanco que evoca los huesos molidos de todos nuestros ancestros.

En esta fotografía que presento a continuación, se ve una vista general de algunos cuadros:

El de la izquierda se titula Nkombo 28. Nkombo significa “cuadrúpedo con cuernos” y en este caso representa una cabra. La cabra, que es uno de los animales por excelencia en varias tradiciones culturales, en este caso se mimetiza con un hombre que se inicia en la religión bantú del Palomonte. Las cruces de los hombros hacen referencia a los cortes en la piel que se hacen al hombre en la ceremonia para provocar la aparición de la sangre. El animal asignado al número 28 en la antigua lotería cubana es la cabra.
A continuación de este cuadro se puede ver otro titulado Animal alerta. Un animal que habitualmente es presa de los depredadores va armado con un rifle, así puede defenderse en solitario sin la necesidad de las ayudas de la manada.
Realmente es una exposición que aunque pequeña, puedes llevarte contigo una gran experiencia e ilusión.
                                                                                                                                            Soñaresgratis

domingo, 26 de diciembre de 2010

Compass in Hand


“Compass in Hand” es el título de una de las exposiciones de arte que se muestra en el IVAM (Institut Valencià d’Art Modern). Se trata de una selección de obras de la Colección de Dibujo Contemporáneo de la Judith Rothschild Foundation y pretende ofrecer al espectador una visión panorámica del dibujo en todas sus manifestaciones y en un determinado intervalo de tiempo. En la exposición se pueden ver estudios y esbozos, obras monumentales ya terminadas, garabatos espontáneos que no pretendían ser acabados, obras narrativas y figurativas, y cuadros abstractos.  Todos ellos han sido realizados empleando todo tipo de instrumentos y técnicas (unas más tradicionales y otras más novedosas) como por ejemplo la regla, el lápiz, las acuarelas, el gouache, el grabado, el empleo de pigmentos, extractos de plantas, hollín, comestibles, fluidos corporales, collages, ensamblajes y objetos encontrados.

Realmente, el título de esta exposición (Compás en la mano) es muy original y acertado, pues cada artista posee en sus manos un ritmo y un compás diferente influenciado por su cultura, vivencias, inquietudes y personalidad, que lo conducen a nuevas creaciones y que hacen de él un compositor de imágenes. Luego el compás es, por tanto, una herramienta más de dibujo. Todas las obras tienen como protagonista un vocabulario abstracto, minimalista y conceptual, y han sido realizadas por grandes artistas del siglo XX, como Paul McCarthy o Edward Ruscha, y por célebres artistas contemporáneos, como Paulina Olowska o Lucy McKenzie.

Es tal la variedad de formas de emplear el papel, que la exposición es toda una amalgama de técnicas a admirar, entre la que es muy frecuente el uso de fuentes populares y de materiales de difusión masiva como las revistas de moda y las imágenes de prensa. Esa pluralidad y diversidad de técnicas está también presente en la manera en la que están colocados los cuadros: todo está expuesto de forma irregular y asimétrica sin seguir un orden aparente. Además, podemos encontrar desde dibujos pequeños en dimensiones hasta grandes láminas que incluso abarcan toda una pared. El contexto en el que se ubican favorece enormemente su protagonismo ya que los espacios son amplios facilitando así una mejor circulación del espectador y por tanto una excelente observación del cuadro al poder contemplarlo desde distancias lejanas. Tampoco es posible restar importancia al papel que juegan la iluminación, las paredes, el suelo, el ambiente y el marco arquitectónico porque todas ellas contribuyen sin ninguna duda a una mejor apreciación del arte. 

Una serie de focos instalados en el techo de la estancia iluminaban directamente las obras con una luz blanca y clara, pero con la intensidad adecuada para crear un ambiente de concentración y evitar cualquier brillo excesivo o destello que pudiera incomodar al espectador. Habría que destacar la serie de grandes claraboyas dispuestas siguiendo un eje longitudinal dividiendo la estancia en dos zonas y que, pese a que asistí a la exposición por la tarde, me informaron de que iluminaban el pasillo central durante el día. Las paredes, empleadas como telón de fondo de la exposición, eran también blancas y junto con el parquet claro creaba un ambiente suave y limpio que facilitaba y potenciaba el protagonismo de las pinturas. A diferencia de otras exposiciones, no había música de fondo, así que el silencio invadía la estancia con el ruido de las pisadas sobre la madera y algún cuchicheo de fondo. Finalmente, una doble altura comunicaba con una pequeña sala muy alargada que también formaba parte de esta exposición y cuyas vistas desde arriba permitían tener una visión de conjunto.

Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue la gran mayoría de pinturas que carecían de título. Es verdad que muchas veces se dice que el título es lo último sin embargo, en pintura creo que es el primer paso antes de ponerse a dibujar puesto que es el resumen de aquello que vas a expresar. Habían también ciertas pinturas que me incomodaron bastante y que considero que rozaban la vulgaridad y el mal gusto. El artista no sólo traza líneas, manchas… sino que juega con los sentimientos del espectador, sus creencias, ideologías que pueden ir directamente o no contra ellas.
Sin embargo, sí que encontré cuadros agradables y preciosos como el que se muestra a continuación que representa una arboleda.

En un primer momento me quedé quieta, contemplándolo, pero la sorpresa fue cuando al acercarme pude percatarme de que los troncos de los árboles estaban hechos de recortes de periódicos de distintos idiomas. El color negro de las letras simulaban las imperfecciones que pudieran tener los árboles en sus troncos y es una muestra de que la literatura puede trabajar conjuntamente con el arte. 

Otro cuadro que me llamó la atención es el que se muestra a continuación:

Su autora es Eva Rothschild y se titula “Absolute power”. Lo más curioso de este cuadro es que su ejecución es muy original. Está realizado como si de una tela se tratase, ya que consiste en una serie de tiras de papel cosidas y entrelazadas. Siento una especial atracción por esta obra y una de las razones es el contraste entre el negro y el color magenta: dos tonos cuyo choque reflejan muy bien el título de esta obra. Incluso las imágenes que se muestran dan a entender que se trata de un sistema solar donde un único objeto, del que le salen una serie de rayos, controla todo lo demás.
Pero, sin duda alguna, la obra que más me gustó fue ésta:

Se trata de una pintura realizada por Marcel van Eeden que carece de título. No utiliza nada más que el negro en su obra, ya que el utensilio que emplea es el lápiz; pero, es tal la maestría con la que lo emplea que con tan sólo una serie de trazos (unos más gruesos que otros y más intensos que otros) es capaz de recrear una escena habitual en la que el espectador puede perfectamente imaginar dicho suceso sin ningún problema. Incluso, ese juego de luz y sombras tan marcado, me ha llegado a recordar a Velázquez. Me quedo sin ninguna duda con este cuadro donde uno se adentra en él imaginando un bar español en los años 50 con gente vestida de gabardina, con sus puros en la mano dibujando un lienzo en el aire con el humo del tabaco mientras sus oyentes discuten sus negocios y sus problemas familiares ayudados, cómo no, de un gran trago de whisky y alcohol.
Invito a todo el mundo a que vaya a verla pues es tal la diversidad de obras que puedes encontrar en ella, que es imposible salir con un buen sabor de boca y una pintura que te haya hecho disfrutar.

                                                                                                           Soñaresgratis

El mundo dentro del espejo


Es un tema recurrente en la fantasía recurrir a la magia de los espejos. A lo que esconden tras ellos, si la realidad está fuera o dentro, o si el mundo de dentro es un reflejo de la realidad, pero lleno de magia.

Se puede decir que soy una fanática de la fantasía, y en estas fechas, donde parece que la magia se dispara, no podía dejar de hablar de algo que tuviera algo de mágico. Por eso he elegido esta fotografía, donde en el agua se refleja lo que hay sobre ella, o quizá es al revés. Quizá podemos sumergirnos en el río y encontrarnos la misma ciudad, pero distinta. A mí me gustaría que lo distinto fuera la propia ciudad, y que nosotros pudieramos cambiarla sin recurrir a un símil imposible, ya que sólo está en nuestras manos convertir nuestras ciudades y pueblos en lugares mejores para vivir. Sólo necesitamos ganas y una pizca de imaginación ;)

Feliz Navidad a todos, y Feliz 2011 ^^

Dalayn

jueves, 23 de diciembre de 2010

Merry Christmas



La navidad está muy presente en nuestras vidas y creo que esta canción es un buen reflejo de ello. No he podido evitar ponerla porque es una canción que me gusta mucho, me recuerda a estas fechas y, además, es de aquellas que no se olvidan aunque pasen los años y se hagan versiones, la canción de John Lennon es irremplazable. Además, es un himno a la paz en el mundo y un símbolo de ese espíritu y esa ilusión propios de estas fechas del año.
Este video va dedicado a todos aquellos que como yo aún conservan algo de ese espíritu navideño propio de los niños que nos hace ilusionarnos y sentirnos felices al llegar estas fechas. ¡FELIZ NAVIDAD!

correcaminos

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La belleza de lo poco bello.

 

Esta fotografía no tiene colores llamativos, ni muestra un paisaje exótico, ni la profundidad del mar; ni si quiera se ve a primera vista lo que es; pero quizá por eso, cada vez que la veo me transmite tanta belleza. Quizá sea porque me hace reflexionar sobre la decadencia del tiempo, del paso incansable de los días, de los años, que afecta a todas las cosas, a todos nosotros. Sin embargo, este transcurso del tiempo no merma la belleza de las cosas, pues su esencia sigue intacta. Es fácil contemplarlo en esta planta, que aunque está mustia, nos transmite la misma belleza, quizá más, que cuando estaba en plena flor. Esta imagen incluso me hace pensar, sobre la capacidad de la belleza de manifestarse en los lugares en los que falta incluso la libertad, en los que la tosquedad y urbe han invadido todo el marco.   

Artemaníaco.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Arte y moda:¿Puede haber mejor "combinación"?


          La moda se nutre de diferentes fuentes para obtener inspiración, desde la naturaleza, las flores hasta la urbe más rotunda. Sin embargo, una de las colecciones más originales que he visto es esta de Alexander McQueen, inspirada en las obras de Escher o el tributo que hace Yves Saint Laurent a diferentes artistas.

        No se puede negar que la moda es cíclica; todo hemos desempolvado ropa de armario que creíamos perdida, porque se ha vuelto a poner de moda, pero sin duda, está es la mejor forma de mirar hacia atrás y coger un referente que realmente pueda dar estilo y glamour a la moda. Para muestra un botón, o más bien, metros de tela: Estas imágenes pertenecen a la colección de Yves Saint Laurent antes mencionada.

"El arlequín" de Picasso.

"El pájaro y su sombra".

 "Composición verde, roja y azul".

 "La Gerbe" de Matisse.
"Los lirios" y "los girasoles" de Van Gogh.

"Los instrumentos musicales".
Artemaníaco.

martes, 14 de diciembre de 2010

Música maestro

Hoy me gustaría hablar de una de mis aficiones y de un tipo arte más, la música. Una música que nos hace reír y llorar, que nos hace sentir vivos y que nos hace compartir experiencias con otras personas iguales que nosotros o completamente diferentes.
A cada uno nos gusta un tipo de música, pero no conozco a nadie, y creo que nunca lo voy a conocer, que no le guste la música en general o que nunca la escuche. Forma parte de nuestra vida cuotidiana, de unos más que de otros, y por eso quería hacerle una mención en nuestro blog.
En mi caso, la música ha estado siempre presente en mi vida, ya que desde muy pequeña empecé a tocar el clarinete y hasta ahora. Desde hace varios años toco en la banda de música de mi pueblo y es una de las mejores experiencias que se puede tener. Aquí os dejo una grabación de una obra que tocamos, espero que os guste, aunque no es la mejor, es la que mejor se escucha el video.

http://www.youtube.com/watch?v=QvkFPpBCeng

correcaminos

domingo, 12 de diciembre de 2010

Para lo que sea


       Todo vale. 
       Esta marca de medicamentos ha dedicido utilizar un cuadro de Edvard Munch, El grito, como reclamo publicitario. La expresión desfigurada de dolor que porta la figura principal de la obra transmite al espectador, y cliente en potencia, una sensación de malestar que resulta casi agobiante. Y sobre ello, como solución a sus problemas, flota la caja del medicamento. La caja que contiene el remedio que  devolverá el orden y mitigará el dolor. Como es una obra con mucha fuerza y capacidad para transmitir ese desasosiego, resulta perfecta para anunciar el producto y difundir el mensaje de que ese medicamento calma cualquier tipo de dolor.
       Para mi el único problema es que no sé hasta que punto el usar obras de arte para crear publicidad afecta a esas obras. Creo que si se usan de vez en cuando y de un modo ingenioso y elegante que no desmerezca la obra, entonces resultarán interesantes y tendrán ese gancho publicitario que se pretende conseguir. Pero si se emplean de manera sistemática sin establecer una relación entre la obra y el  producto, el anuncio pierde todo su sentido y su intención. Es importante no olvidar que se está usando una obra de arte de otro autor, y quien crea el anuncio la está modificando y, aunque lo se pretende es llamar la atención, la obra original no debe perder su significado porque entonces no habría razón para utilizarla.

Hazel*

sábado, 11 de diciembre de 2010

Leonardo



Como dije en otra de mis entradas sobre publicidad, Leonardo da Vinci, el famoso artista del renacimiento italiano, ha sido muy imitado en la publicidad. Pero no todas las reinterpretaciones que aparecen de este artista en publicidad son de sus obras más famosas, como es el caso de la Mona Lisa o la Última cena. En este caso os quiero mostrar dos anuncios, uno basado en un famoso y conocidísimo dibujo, el hombre de Vitrubio, y el otro bastante menos conocido en su cuadro de San Juan Bautista. Estos dos casos son bastante diferentes, aunque se inspiran en el mismo pintor, en el primer caso, se trata del anuncio de un coche en el que se ha hecho una reinterpretación del propio dibujo; pero en el segundo se trata de un cuadro al que únicamente se le ha añadido una pelota de básquet.
Aunque se conozcan pocas obras de Leonardo, la mayor parte de las que han llegado hasta nosotros han sido imitadas y usadas para ganar dinero a cualquier precio, unas mucho mejor utilizadas que otras.


correcaminos


Parecidos razonables


La empresa de mensajería instantánea UPS ha creado una nueva campaña publicitaria en la que el movimiento es el principal protagonista. Al ver este anuncio me ha recordado a la estatua de  bronce de Humberto Boccioni, una de las estatuas más conocidas de la Italia del siglo XX y que, incluso, se ha convertido en un símbolo para este país representándolo en sus monedas.
Aunque hay muchas diferencias entre el anuncio y la escultura, como sería la pesadez de la estatua en bronce comparado con la ligereza y agilidad del anuncio en el que los planos superpuestos nos transmiten una sensación de velocidad (supongo que el mensaje principal de la empresa es que si cuentas con ellos tu correo llega en el mínimo tiempo posible); el principal parecido es la posición en movimiento en la que se encuentran ambas figuras que, aunque están situadas en forma simétrica, nos recuerdan una a otra.


correcaminos

La inmensidad del mar


El mar siempre ha sido uno de los grandes desconocidos, pero a mi particularmente siempre me ha gustado la inmensidad y grandeza que nos hace sentir.
Siempre que voy a algún lugar cercano al mar siento la necesidad de acercarme y tocar sus aguas, o de pisar la arena si estoy en alguna playa, pero ante todo, me gustaría inmortalizar las impresionantes escenas que se pueden ver en él. Pero, aunque le hagas una foto nunca puedes captar todos sus matices, su majestuosidad y esa extraña melancolía que en ocasiones nos produce. Puedes captar una buena instantánea pero nunca va a ser tan buena como la sensación e impresiones que sientes al estar delante del gigante azul.

correcaminos


viernes, 10 de diciembre de 2010

Una vuelta al pasado


Cuando viajamos siempre solemos visitar los lugares históricos y maravillarnos con las estructuras y edificaciones que hacían nuestros antepasados, que con los medios que tenían eran capaces de hacer esas obras de tan gran envergadura que a nosotros nos resultan tan complejas. Pero sobre todo, creo que lo que más nos llama la atención es que hayan llegado a nuestros días, algunos mejor y otros peor conservados.

Por eso me gusta esta imagen, porque habla de esa conservación, ese paso de los años que no pasa, o que no nos parece tan lejano. Casi nos podríamos imaginar paseándonos entre estas ruinas del anfiteatro romano de Segóbriga y desearíamos poder verlas en su antiguo esplendor. Porque muchas veces por muy impresionantes que nos parezcan estas construcciones, en su época debieron serlo muchísimo más.

Dalayn