Esta obra de Alicia Martin estuvo expuesta en el MUSAC hace unos años, y yo tuve la suerte de verla. La verdad es que entonces no me fijé en el nombre de la artista. Recuerdo que me llamó la atención, pero sospecho que fue porque siempre me han fascinado los libros y la idea de que haya todo un mundo contenido en cada tomo. El caso es que esta obra ha permanecido en mi memoria dormitando todo este tiempo, hasta que la rescaté hace unos pocos días. Y buscando en internet encontré otras obras de la misma autora que siguen esta línea y resultan igual de interesantes. Lo que me gusta de ellas es que parece que los libros, el conocimiento, las historias, se desbordan y rompen los límites del espacio. Quiero creer que nuestro conocimiento, como conjunto de experiencias y reflexiones, nunca deja de crecer y expandirse, y por eso me gusta la idea de que nada es lo suficientemente grande para contenerlo o retenerlo, de que se abre camino a través de las barreras invisibles que lo quieran detener .
Hazel*
¡Qué hermosa reflexión! Yo creo que el libro electrónico encontrará su lugar; sin embargo, nada es comparable al objeto... no entiendo mi vida cotidiana sin volúmenes a mi alrededor. Y sí, cada libro es un mundo en tus manos.
ResponderEliminar