Cómo las superficies estaban apagadas, radiantes o emergían de la profundidad.
Peter Zumthor
Hazel*
¿Por qué? Sencillo. Hoy emiten el último episodio de Juego de Tronos en Canal+ "Fuego y Sangre". Hace 5 años que leí los libros. Y ha sido como volver a encontrar un viejo y querido amigo. Ned, Daenerys, Jon Nieve, Arya... Me emocioné leyendo, y he llorado viendo la serie. Fragmentos casi idénticos a los libros. Actores fantásticos que han hecho que se me pongan (otra vez) los pelos de punta. Como en todo, ha habido cosas que no me han gustado especialmente. Pero en general, de todas las adaptaciones que he visto, es sin duda una de las mejores y más fieles. Mis espectativas eran muy bajas después de otras adaptaciones, y HBO ha conseguido sorprenderme muy gratamente. Hoy terminan estos 3 meses de recordar, semana tras semana, aquello que leí hace 5 años. Y a partir de aquí, esperar al año siguiente con la segunda temporada.
La semana es muy larga, y no termina en martes. El viernes tenemos otro momento más para disfrutar de los recuerdos, de hace menos años (ya no recuerdo cuántos). Y no sólo eso. Podemos decir que la última entrega cinematográfica de Harry Potter es el final de una década. De hecho, hará ya ese tiempo (quizá un poco más), que me regalaron "Harry Potter y la Piedra Filosofal", y a partir de ahí empecé a devorar la saga antes de que fuera mundialmente conocida. Ahora, algo más de 10 años después, el joven mago es famoso en todo el mundo, y ha crecido mucho desde la primera vez que apareció en pantalla. Ahora dudo que me pusiera a leer los libros con tanto afán como entonces, pero guardo un grato recuerdo de ellos y los personajes. Y el viernes estaré a primera hora en la puerta del cine con mi entrada para ver, para ver un final, que aunque no fue enteramente de mi agrado, es el final de una saga con la que he crecido.