«Arte que nace de un profundo deseo de dar algo que merezca ser recordado y disfrutado» así comenzó para mí la exposición de Julia Llopis en la Fundación Bancaja de Castellón que fui a ver el pasado 28 de diciembre.
Se trata de una exposición íntegra de cerámica decorada de formas distintas pero con una misma técnica, la pintura cerámica sobre esmalte crudo.
Todas las obras expuestas están realizadas alrededor del año 2000, es decir, son muy recientes, y nos muestran la típica cerámica castellonense, pero tratada de un modo muy distinto. Para Julia Llopis desaparece la pintura cerámica como decoración de unas piezas que después van a servirnos día a día como platos, jarrones… para dar lugar a obras cerámicas tratadas como si la base cerámica fuera un lienzo. En este caso se equipara, tanto en forma (aparecen todo tipo de formatos) como en utilización, la pintura sobre un lienzo y la cerámica.
En cuanto a la sala de exposiciones me resulta necesario destacar que me ha impresionado gratamente que se encuentre situada en un edificio monumental e importante de Castellón, por lo que, a la vez que ves la exposición, puedes ver parte del mismo edificio. Aunque hay que decir que del edificio solo se pueden ver las bóvedas del techo ya que, para colocar todas las obras han puesto una especie de revestimiento blanco que las unifica y permite su cuelgue.
La exposición disponte de obras muy diversas, tanto en temática como composición o formato, como he dicho anteriormente. Pero hay algunas realmente sorprendentes debido a la forma en la que han sido realizadas, ya que, supongo que pintar sobre una pieza cerámica no tiene que ser nada fácil. Entre las diferentes temáticas que podemos encontrar las que más destacan por la numerosidad de sus ejemplos son la religiosa y los mundos y criaturas fantásticos. Pero, a mí, sin duda, lo que más me ha impresionado ha sido la aparición de diferentes “homenajes” a los grandes artistas de la historia del arte, como a Botticelli (imitando y reinterpretando Las tres gracias del cuadro La primavera); y una obra en concreto en la que se ve un desnudo femenino, este me recordó a La Venus de Milo e incluso me pareció que se podía ver algún atisbo de la técnica de los paños mojados.
Se trata de una exposición diferente de las que estamos acostumbrados a ver en los museos pero creo que es de esas que deberíamos ver para valorarla y decir si el arte de la cerámica se puede considerar como tal.
correcaminos
Tal vez estas prácticas te han permitido descubrir nuevos artistas y nuevos espacios expositivos. Muy bien la entrada.
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